
La situación actual de Muface ha originado que los funcionarios deban decidir si pasarse al sistema público de salud o contratar un seguro de salud privado en el caso de que dicho modelo desapareciera, aunque habrá que esperar hasta finales de marzo para conocer la resolución final. En este sentido, el envejecimiento de la población mutualista ha crecido durante los últimos años siendo la edad uno de los factores que más influye al establecer una prima en un seguro de salud. De hecho, la prima media de un seguro completo para los adultos de 55 a 64 años es de 96 euros al mes sin copago y de 75 euros al mes con copago y, los mayores de 65 años, una cuota media mensual de 145 euros al mes sin copago y 119 euros al mes con copago, teniendo que pagar un 122% más que los jóvenes de entre 18 a 24 años, cuyo precio medio es de 35 euros mensuales.
Carmen Reverte, responsable de seguros de Salud en Rastreator, detalla que “el número de compañías que ofrece una cobertura médica para la población más senior disminuye notablemente, por lo que hay menos oferta y por tanto un incremento en la prima. Uno de los principales motivos es que el riesgo que tendría que soportar una aseguradora es mayor que el de cubrir a un asegurado de menor edad. Aun así, debido al aumento de la esperanza de vida y al envejecimiento de la población en España, cada vez es más frecuente que las aseguradoras ofrezcan productos específicos para este sector de la población y que, por tanto, haya más flexibilidad, haciendo que sea algo más sencillo para los más mayores poder contratar un seguro de salud.”
Opciones para que los más mayores
Otra de las opciones con las que cuentan las personas que tienen más de 60 años y no consiguen encontrar una aseguradora dispuesta a asegurarles es la de contratar una póliza específica para la tercera edad. Este tipo de seguros de salud suele incluir un cuadro médico supervisado por un especialista en geriatría, así como prácticamente las mismas coberturas que un seguro tradicional como el acceso a especialidades, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, entre otras.
Reverte explica que “antes de contratar un seguro de salud es importante revisar los periodos de carencia de cada aseguradora, ya que hay que tenerlo en cuenta si se quiere visitar un especialista o realizarse alguna prueba. Lo mismo sucede con las enfermedades crónicas o preexistentes, es decir, aquellas enfermedades que padeces antes de contratar un seguro, ya que la mayoría de aseguradoras las excluyen de sus pólizas. No obstante, también existen seguros destinados a aquellas personas con condiciones sobrevenidas, por lo que es primordial leer detenidamente la letra pequeña y escoger el producto que mejor se adapte a las necesidades de cada asegurado.”