Hoy han faltado al trabajo más de un millón cien mil personas en España. En la mayoría de los casos el no ir a trabajar está justificado, hay una baja médica u otras razones de peso de por medio. De hecho, el 76,8% de los que faltan a la oficina se ha ausentado por incapacidad temporal, lo que también significa que hay un 23% que no se ha presentado en el trabajo a pesar de no tener una baja o una razón justificada.
Este miércoles se ha ratificado el pacto entre empresas y sindicatos que principalmente se ha destacado por el acuerdo de una subida del 10% en los salarios en los próximos tres años. Pero también se han tratado otros temas importantes, como este absentismo laboral del que hablamos, y especialmente los récords que está batiendo en nuestro país después de la pandemia, como afirma Jesús Torres, presidente de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos, que también ha hecho hincapié en el incremento de problemas de salud mental como una de las principales razones de la subida de este absentismo.
“Quizás situaciones como el teletrabajo que por una parte suponen un beneficio, por otra parte esa soledad del trabajador que trabaja en remoto, que le falta conexión social, con los jefes y con los compañeros, generan situaciones de estrés y de ansiedad que han crecido un montón en los dos últimos años y han generado un incremento en el absentismo bastante preocupante”. Una situación que Jesús Torres considera que requiere medidas urgentes para paliar cuanto antes todos los costes que está provocando.
A raíz de estos datos, las empresas llevaban ya bastante tiempo pidiendo que el control de las bajas laborales pueda ser gestionado por las mutuas además de por la Seguridad Social, algo que finalmente han pactado hoy con el visto bueno de los sindicatos. Lo que se pretende con este cambio es reducir la frecuencia y la duración de las bajas, y por eso se recomienda por primera vez que las mutuas sean las gestoras de estas bajas.
“Las mutuas por su naturaleza y por su origen están especializadas en las patologías traumatológicas”, explica el presidente de la asociación de Recursos Humanos. Lo normal en los accidentes que ocurren en el trabajo es que deriven en algún diagnóstico de este tipo: esguinces, fracturas, roturas fibrilares, etc. La especialización de las mutuas en esta clase de casos supone que “tengan médicos, instalaciones y equipos muy especializados en el tratamiento de las patologías traumáticas”. De ahí que las bajas de las mutuas suelan ser más cortas que las que van mediante la Seguridad Social.
Torres también achaca las diferencias de tiempos a los diferentes modelos de gestión, el primero privado y el segundo público. “La Seguridad Social tiene un colapso bastante grande en sus procesos y tratamientos y, en cambio, las mutuas son mucho más flexibles y ágiles a la hora de tratar estas patologías”.
“Lo que el pacto está queriendo hacer es recuperar una práctica que ya se estaba haciendo en las mutuas y que últimamente se habían puesto ciertas trabas desde la Administración pública”, afirma Jesús Torres. Esto es que haya la posibilidad de que los servicios públicos de salud deriven a pacientes trabajadores en activo con dolencias de traumatología a las mutuas, con lo que “se reduciría el tiempo de baja de los trabajadores”, asegura el presidente de la asociación.
Las mutuas tendrían asignada también la opción no de dar la baja, pero sí revisar y hacer propuestas de alta de trabajadores en situación de contingencia común, es decir, de baja por alguna enfermedad o accidente ocurrido fuera del trabajo. “Eso se ha limitado el año pasado con una reforma que se hizo de la legislación, y ahora se está queriendo volver a retomar ese modelo porque se ha demostrado que es efectivo”.
Los empleados cuyas tareas son más físicas y manuales serán seguramente los que se vean más beneficiados por esta medida, ya que verán que su tiempo de recuperación se va a reducir, según Torres.