
En España, casi el 60% de la población afirma vivir con estrés, cerca del 50% manifiesta algún grado de depresión y aproximadamente una cuarta parte reconoce experimentar ansiedad. Estas cifras proceden del último informe internacional sobre salud mental elaborado por el Grupo AXA en colaboración con Ipsos, que recoge datos de más de 17.000 personas en 16 países. El estudio refleja un panorama preocupante, especialmente entre mujeres y jóvenes, quienes muestran mayores niveles de malestar psicológico.
Entre los más jóvenes, de 18 a 24 años, el 25% asegura sufrir depresión severa y un 70% reconoce estar afectado por el estrés. La situación es también delicada entre el grupo de 24 a 35 años, donde se mantiene una alta incidencia de ansiedad. Según el estudio, el 85% de los jóvenes en España se considera potencialmente afectado por algún trastorno relacionado con la salud mental, una cifra significativamente superior a la media nacional, situada en el 64%.
La percepción negativa del bienestar emocional está influida por diversos factores. Entre los más señalados por los encuestados destacan la incertidumbre ante el futuro, la inestabilidad económica, el bombardeo constante de noticias negativas, el clima político y social, así como la soledad. De media, cada persona identifica al menos cinco aspectos externos que deterioran su estado mental. España, además, se sitúa entre los países europeos donde más se teme la agitación política, con un 47% de preocupación frente al 42% en Estados Unidos.
El informe también introduce un índice que clasifica a la población según su bienestar emocional. En el caso español, un 43% se encuentra en situación de «lucha» o «languidez», aunque este dato ha mejorado ligeramente respecto al año anterior. Las mujeres y los jóvenes siguen encabezando los grupos con peor percepción de su salud mental, con porcentajes del 50% y 55% respectivamente.
En cuanto a las soluciones que buscan los ciudadanos, el entorno cercano juega un papel clave. El 74% confía en el apoyo de familiares y amistades, siendo este uno de los porcentajes más altos de Europa. Sin embargo, solo el 43% considera que el sistema público de salud responde adecuadamente. Aun así, más de la mitad ha compartido sus problemas con personal médico, aunque solo el 23% ha acudido a un profesional especializado. En el caso de los jóvenes, esta cifra sube hasta el 35%.
España es el país de la muestra donde más se recurre a medicación para tratar problemas de salud mental: el 41% ha recibido este tipo de tratamiento. Además, el 82% de quienes afirman tener algún trastorno han sido diagnosticados por un profesional, muy por encima de países como Italia o Japón. Por otro lado, un 24% ya utiliza aplicaciones basadas en inteligencia artificial para mejorar su bienestar emocional, aunque el porcentaje es mayor entre los más jóvenes.
Finalmente, el informe destaca la necesidad urgente de reforzar los servicios públicos. España cuenta con una media de cinco psicólogos por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la media europea. Según los expertos, esta carencia puede derivar en consecuencias graves si no se actúa a tiempo.
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