En la actualidad, el trasplante capilar ha experimentado una demanda sin precedentes tanto en los hombres como en las mujeres. Se trata de la solución más deseada, para aquellos que sufren alopecia o calvicie y quieren recuperar el estado de su pelo. Sin embargo, muchos pacientes tienen grandes dudas acerca de la anestesia en el trasplante capilar.

Además, existe un falso mito entorno a los trasplantes capilares, ya que el tratamiento es totalmente indoloro. Hace un tiempo, lo importante era paliar el dolor del trasplante de la mejor manera posible, hoy en día podemos afirmar que los avances tecnológicos han conseguido que el dolor casi desaparezca durante todo el proceso.

Es una realidad, que la innovación en las nuevas técnicas y protocolos a seguir durante la intervención, aseguran al paciente que no sufrirá dolor ni en el postoperatorio. El equipo de la clínica capilar CFS en Barcelona, ofrece las mejores garantías, gracias a su formación y su máxima que es la seguridad y experiencia.

Durante la intervención quirúrgica no esperes que te administren anestesia general. En la intervención de trasplantes capilares, siempre se suele utilizar anestesia local de última generación. A veces, si el paciente se pone muy nervioso, se le administra algo de sedación.

Con la aplicación de sedación, a parte de relajar al paciente de cara a la intervención de trasplantes capilares, intentamos que no sienta dolor al ponerle la anestesia local. Otra de las ventajas de la anestesia local, es que tras un pequeño tiempo de recuperación podrás irte a casa a descansar, sin los temidos efectos de una anestesia general y todo lo que ello conlleva.

Por regla general, no existen efectos secundarios en la administración de la anestesia local, ya que a cada paciente se le realiza un estudio previamente para que todo salga bien y sobre todo teniendo en cuenta su salud, que es lo más importante.

Es verdad, que en la zona de la cabeza donde se han realizado los trasplantes capilares, tendrás una ligera sensación de adormecimiento, así como algo de picores en los días posteriores. Eso sí, nada que no se pueda soportar o que suponga una auténtica molestia. Por eso, no debes preocuparte por la anestesia en el trasplante capilar.